
¿Por qué la innovación es el motor que impulsa las empresas en la región?
En la actualidad, las organizaciones ya no pueden conformarse únicamente con mantenerse activas en el mercado; necesitan reinventarse constantemente. La innovación dejó de ser un valor agregado para convertirse en una estrategia central que redefine los modelos de negocio, promueve culturas empresariales dinámicas y genera productos y servicios capaces de responder a consumidores cada vez más exigentes.
El estudio de KPMG “Panorama de la Innovación en México y Centroamérica 2025” revela que el 75% de las compañías en México y el 69% en Centroamérica planean impulsar cambios profundos en innovación en los próximos años. El objetivo principal: elevar su competitividad, optimizar su portafolio y dar respuesta a un cliente más informado y demandante.
Este proceso ya está en marcha. Hoy, 7 de cada 10 empresas mexicanas y la mitad de las centroamericanas están implementando iniciativas de transformación digital. Sin embargo, innovar no significa solo adquirir tecnología, sino replantear cómo se opera, cómo se piensa y cómo se construyen las relaciones con los clientes.
Claves para fomentar la innovación
Crear un entorno que favorezca la innovación es tan importante como la tecnología en sí. Algunos de los factores más influyentes son:
- Cultura innovadora: presente en 67% de las organizaciones en México y en 53% de Centroamérica.
- Respaldo de la alta dirección: 66% y 49% respectivamente.
- Formación y capacitación del talento: 38% y 31%.
- Infraestructura tecnológica adecuada: 34% en México y 44% en Centroamérica.
Estos elementos marcan la diferencia entre tener ideas aisladas y lograr procesos de innovación sostenidos en el tiempo.
Los principales retos en la región
Así como existen facilitadores, también se presentan obstáculos que frenan el avance. En México, los más destacados son la poca adopción de tecnologías emergentes (38%) y la falta de habilidades (36%). En Centroamérica, los retos principales son una cultura innovadora insuficiente (44%) y la falta de alineación entre departamentos (40%).
Superar estas limitaciones requiere liderazgo visionario, recursos y la creación de estrategias claras que conecten a todas las áreas de la organización.
Para asegurar que las iniciativas innovadoras generen impacto, medir su efectividad es imprescindible. Entre las métricas más utilizadas destacan:
- Mejora en eficiencias internas: 59% en México y 56% en Centroamérica.
- Incremento de ingresos: 45% y 47%.
- Tasa interna de retorno (TIR): 36% y 29%.
Estas herramientas permiten dimensionar avances, validar decisiones y abrir espacio a nuevos proyectos con mayor confianza.
La creatividad del talento es la base de cualquier estrategia de innovación. Para estimularla, las empresas implementan diferentes incentivos, siendo los más efectivos:
- Impulsar el pensamiento innovador: 58% en México y 64% en Centroamérica.
- Capacitación y desarrollo personal: 50% y 69%.
- Asignar tiempo exclusivo para innovar: 42% en ambos casos.
Aunque premios e incrementos salariales también cumplen un rol motivador, lo más valioso es contar con planes estructurados que reconozcan el esfuerzo, incluso cuando las iniciativas no prosperen. Además, compartir casos de éxito dentro de la organización aumenta la participación y fortalece el compromiso colectivo.
Innovar no es una opción: es la estrategia que marcará la diferencia en el futuro de las empresas de México y Centroamérica. Fomentar culturas abiertas al cambio, invertir en talento y establecer indicadores claros permitirá que las compañías no solo sobrevivan, sino que crezcan de manera sostenible.