
10 hábitos financieros que todo emprendedor debería tener
Cuando decidimos emprender, es común poner toda nuestra energía mental, emocional y financiera en sacar adelante el negocio. El enfoque está en crecer, en atraer clientes, en lograr que el proyecto funcione. Y eso está bien. Pero hay algo que muchos emprendedores pasan por alto: su propio bienestar financiero.
En esta etapa, es habitual que el crecimiento de la empresa se convierta en la prioridad número uno, incluso por encima del desarrollo del patrimonio personal. El problema es que, si no se trabaja de manera intencional en construir riqueza a nivel individual, podrías terminar con un negocio exitoso, pero sin beneficios reales para ti y tu familia.
En este blog te compartimos 10 consejos para que tu patromonio personal crezca al mismo tiempo que el de tu empresa.
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Separa tus finanzas personales de las del negocio
Usa cuentas y líneas de crédito distintas. Págate un salario regular, aunque sea modesto, y no mezcles gastos personales con los del emprendimiento. -
Págate a ti primero
Asigna cada mes un porcentaje fijo de ingresos a ahorro o inversión. Configura transferencias automáticas hacia cuentas de retiro, inversión o ahorro. -
Crea un fondo de emergencia empresarial
Mantén reservas equivalentes a 3–6 meses de gastos operativos. Solo úsalo para verdaderas emergencias y repónlo constantemente. -
Diversifica tus fuentes de ingresos
No dependas solo de tu negocio. Considera cursos en línea, productos digitales, ingresos por licencias, inversiones en inmuebles o dividendos y colaboraciones adicionales . -
Ahorra para la jubilación incluso sin un 401(k)
Aprovecha planes como SEP IRA, Solo 401(k) o SIMPLE IRA. Incluso si no los ofrece tu empresa, puedes abrirlos por cuenta propia y maximizar contribuciones legales. -
Sé estratégico con los impuestos
Contrata un contador especializado en pequeñas empresas. Lleva un control detallado de gastos y deducciones, y considera estructuras como LLC o S‑Corp para beneficios fiscales. -
Invierte en educación financiera continua
Lee libros y sigue podcasts o expertos financieros cada trimestre. Cuando puedas, consulta con un asesor profesional con experiencia en negocios emergentes. -
Protege tu patrimonio con seguros y estructuras legales
Asegura tu negocio con seguros de responsabilidad civil (y opcionalmente umbrella), y crea una LLC o corporación. Considera también seguros de vida o incapacidad y plan de sucesión . -
Aprende cuándo reinvertir y cuándo ahorrar
Establece un porcentaje claro de las ganancias para reinversión, ahorro personal e impuestos. Reinvertir debe ser estratégico: no todo debe volver al negocio. -
Revisa y ajusta tu plan financiero regularmente
Agenda un día financiero trimestral (o bi‑anual) para revisar metas, rendimiento de inversiones y tu patrimonio neto. Ajusta el rumbo a medida que tu negocio crece.
Emprender es un camino apasionante, lleno de retos, aprendizajes y grandes logros. Pero si quieres que ese esfuerzo realmente transforme tu vida, necesitas tener una estrategia financiera personal tan sólida como la de tu negocio. Construir riqueza no es egoísmo, es visión. Es asegurarte de que todo lo que estás creando hoy también te beneficie mañana.
En UTH Florida University, no solo te damos las herramientas para lanzar o hacer crecer tu empresa, sino también para que tomes decisiones inteligentes con tu dinero, protejas tu patrimonio y construyas un futuro sostenible. Porque al final del día, el verdadero éxito no es solo tener un negocio rentable, sino una vida equilibrada, segura y con propósito.
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De las aulas al mundo real: Consejos de inversión que todo MBA y emprendedor debería conocer
Estás en una maestría porque tienes ambición. Porque sabes que el conocimiento es poder, pero también que la experiencia de quienes ya han construido negocios y generado riqueza es una mina de oro que no está en ningún libro de texto.
Por eso, hoy queremos compartirte algunas lecciones clave que inversionistas y emprendedores de alto nivel aplican al momento de hacer crecer su dinero y sus negocios. Son ideas que te ayudarán a conectar la teoría con la práctica, y que podrían marcar la diferencia entre una buena decisión… y una gran oportunidad perdida.
1. Invertí en lo que entendés (y si no lo entendés, aprendelo)
Un clásico de Warren Buffett, pero vigente más que nunca. Muchos inversionistas exitosos coinciden: si no sabés cómo gana dinero una empresa, no pongás tu capital ahí. Como estudiante de MBA o finanzas, este consejo tiene doble filo: aplicalo para evitar errores y usalo como excusa para estudiar industrias nuevas. La curiosidad estratégica puede abrir puertas que hoy no ves.
2. Diversificación no es solo tener acciones en diferentes sectores
¿Estás pensando en tu primera inversión en bolsa? ¿En lanzar tu propio emprendimiento? Recordá que diversificar no es tener cinco startups de tecnología o tres criptomonedas distintas. Se trata de balancear el riesgo: distintos sectores, zonas geográficas y tipos de activos (acciones, bonos, real estate, etc.). La clave: prepararte para lo inesperado.
3. No pongás todo tu capital en tu emprendimiento
Sí, tenés visión, pasión y ganas de cambiar el mundo. Pero hasta los grandes emprendedores diversifican su patrimonio. Invertir todo en tu idea suena romántico, pero si tu negocio no despega, necesitás una red de seguridad. Un MBA inteligente construye portafolios que lo respalden, no solo sueños que lo ilusionen.
4. La liquidez es poder
Uno de los errores más comunes entre nuevos inversionistas (y hasta emprendedores con MBA) es tener todo invertido y nada líquido. Tener dinero disponible no significa que seas conservador: significa que estás listo para aprovechar oportunidades. En un entorno cambiante, la velocidad con la que podés invertir puede ser tu mayor ventaja.
5. Invertí pensando en el largo plazo (pero actuá como si fuera hoy)
Los grandes inversionistas visualizan el impacto a 10 o 20 años, pero toman decisiones todos los días. ¿Tenés metas financieras claras? ¿Estás construyendo algo que aguante una recesión? Tu mentalidad tiene que combinar visión de futuro con acción presente. Esa es la diferencia entre soñar y lograr.
¿Qué significa esto para vos como estudiante de MBA o emprendedor?
Significa que estás en el momento ideal para empezar a aplicar estos consejos. Tenés acceso a herramientas, profesores, casos de estudio y una red de contactos que muchas personas no tienen. Aprovechalos. Hacé preguntas. Arriesgate con inteligencia.
Empezá pequeño, pero pensá en grande. Porque el verdadero aprendizaje no está solo en las clases, sino en las decisiones que tomás desde ahora.
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