
¿Por qué tu empresa necesita un colchón de efectivo para 90 días?
Imagina que mañana tus ventas se reducen drásticamente o que un proveedor clave sube sus precios sin previo aviso. ¿Tu empresa podría mantenerse operativa durante tres meses sin generar ingresos? Si la respuesta es no, es momento de pensar seriamente en construir un fondo de respaldo financiero.
Un colchón de flujo de efectivo equivalente a 90 días de operación puede ser la diferencia entre sobrevivir a una crisis o tener que cerrar las puertas. Aunque parezca una meta ambiciosa, contar con esa reserva brinda estabilidad, permite tomar mejores decisiones y protege a tu negocio de la incertidumbre.
El entorno económico global ha demostrado ser cada vez más impredecible. Desde interrupciones en la cadena de suministro hasta aumentos repentinos en los costos de operación, los negocios enfrentan retos que no siempre se pueden anticipar.
Tener tres meses de gastos fijos cubiertos ofrece tranquilidad y margen de maniobra. Este fondo permite continuar pagando nómina, alquiler, servicios y proveedores, incluso si los ingresos se ven temporalmente afectados. Más que una red de seguridad, es una herramienta de gestión estratégica.
Disponer de reservas no solo es útil en tiempos de crisis. También brinda flexibilidad para tomar decisiones de crecimiento. Si surge una oportunidad única —como adquirir inventario con descuento, invertir en marketing o expandir operaciones puedes actuar con rapidez y sin comprometer la salud financiera del negocio.
Además, los proveedores, empleados y socios tienden a confiar más en empresas que demuestran solidez financiera. Pagar puntualmente, incluso en meses complicados, fortalece la reputación y abre puertas a mejores condiciones de negociación.
Empresas que operan con apenas un mes de liquidez corren el riesgo de entrar en pánico ante el primer contratiempo. Un retraso en el pago de un cliente puede desencadenar despidos, recortes en áreas clave como marketing o incluso endeudamiento con intereses elevados.
Durante la pandemia, miles de pequeñas empresas se vieron obligadas a cerrar en cuestión de semanas por no contar con reservas suficientes. La experiencia dejó una lección clara: no se trata de si vendrá una nueva crisis, sino de cuándo y cuán preparados estaremos para afrontarla.
¿Cómo construir tu fondo paso a paso?
La clave está en hacerlo progresivamente. Empieza por calcular cuánto cuesta operar tu empresa durante un mes: incluye salarios, alquiler, servicios, plataformas tecnológicas, entre otros. Multiplica esa cifra por tres: ese será tu objetivo de colchón de efectivo.
Luego, comprométete a destinar una parte fija de las utilidades mensuales a este fondo. Puedes utilizar herramientas contables básicas o apps de finanzas para monitorear tu avance. También es importante revisar y ajustar tu colchón cada cierto tiempo, especialmente si tus gastos crecen.
Contar con un colchón financiero para 90 días no es un lujo, es una necesidad para cualquier empresa que aspire a ser sostenible. Es una inversión en resiliencia, autonomía y visión a largo plazo. Ya sea que estés empezando o consolidando tu negocio, comienza hoy mismo a construir esa base de seguridad que te permitirá afrontar lo inesperado con serenidad y seguir creciendo sin titubeos.